Miércoles 10, jueves 11 y viernes 12 de diciembre a las 12 de la mañana para escolares de enseñanzas medias


“Canarias” de Delirium Teatro

“Canarias” se estructura en siete
escenas aparentemente inconexas: Un
grupo de astrónomos aficionados en las
cumbres donde se disputan un pedazo de
cielo; unos turistas extraviados en un
espacio natural donde ahora han edificado
un enorme complejo turístico; un funeral
donde los familiares se reparten la
herencia delante del finado; unos bañistas
en una playa a la que arriba una patera;
los empleados de una oficina de atención
al público sin ningunas ganas
de trabajar; los inconvenientes de un grupo de viajeros a
punto de tomar un avión ocasionados por un problema
informático; unos amigos reunidos para cenar en un
apartamento donde se articula un estúpido discurso
xenófobo.
Situaciones desarrolladas además con una gran
variedad de tonos que van desde lo macabro a lo irónico, de
lo trágico a lo satírico, pasando por lo abiertamente cómico.

Autor: Antonio Tabares
Música: José Antonio Ramos
Dirección: Severiano García Noda

MIÉRCOLES 19 DE NOVIEMBRE 21H.


"Peso Cero"

de Arte creciente


El Espectáculo
"Peso Cero"es una "tragicomedia"sobre el rechazo hacia nuestro propio físico, un drama envuelto de ironía, un destape de prejuicios a ritmo trepidante y con la más reflexiva quietud. Es el reflejo de una lucha por entrar en unos cánones de belleza rigurosamente establecidos y una desesperación por no salir nunca de ellos. Los diálogos directos, casi hirientes, hacen explotar las verdades que sentimos en nuestro interior y que condicionan nuestro día a día.
Jazmín (gorda) daráuna gran lección a Violeta (delgada) sobre cómo transgredir las normas dictatoriales de una sociedad obsesionada por la imagen y, lo más importante, sobre la aceptación, el respeto y el amor que debemos a nuestro cuerpo y a nuestra persona.




La segunda parte: el debate
El espectáculo va seguido de un debate guiado por las actrices donde se sacarán a la luz los prejuicios con los que funcionamos día a día, hacia nosotros mismos y hacia los demás: ¿Somos los hombres y las mujeres "juzgados"en las mismas condiciones? ¿Nos preocupa nuestro físico por nosotros mismos o por lo que piensen los demás? ¿Nos cuidamos o nos agredimos?
También se provocaráuna reflexión sobre los trastornos alimentarios, como la anorexia, haciendo hincapié en sus causas y sus posibles salidas.
Entrada libre
Patrocinado para la Concejalía de la Mujer y la Concejalía de la Cultura, dentro le las actividades contra la violencia de género.

IV Festival de Danza de Los Realejos

Este miércoles 12 de noviembre comienza el IV Festival de Danza de los Realejos que se celebrará en la Casa de la Cultura hasta el domingo 16 de este mismo mes.

El Festival estará compuesto por: talleres de danza gratuitos, videoproyecciones de espectáculos de danza, exposición de fotografias de danza, muestra de espectáculos de creadores noveles y la actuación de “Magic Feet” compañía irlandesa que cuenta con los bailarines David Moore, Frances Richmond exbailarines del ballet de Riverdance que junto a la española Yolanda González fusionarán la danza irlandesa con el flamenco, en un espectáculo que no te puedes perder. Será en la casa de la cultura el sábado a las 21:00 horas.

Mas información la podrán obtener en la web: www.danzarealejos.es también es esta misma web podrán inscribirse para los talleres.

Los Físicos por la cia Helenaturboteatro

UNA GRAN COMEDIA DE SUSPENSE.
Con “Los Físicos”, HelenaTurboTeatro lleva al escenario un tema que no ha perdido su actualidad: la responsabilidad del científico ante sus descubrimientos.
Se escenifican en clave de suspense las contradicciones inherentes a los avances científicos. Möbius, el físico nuclear creado por Dürrenmatt, descubridor de teorías susceptibles de ser utilizadas para fines destructivos, cae en la cuenta de que ha creado un arma mortífera y se pregunta cómo proteger al mundo de su saber antes de que los servicios secretos manipulen sus fórmulas.
En lugar de convertirse en el símbolo del conocimiento humano de nuestra era, abandona a su familia y se refugia en un manicomio donde se hacer pasar por loco, sobre todo para poder presentar sus descubrimientos como producto de su locura. Al mismo tiempo dos físicos espías entran en el mismo manicomio con la intención de hacerse con la terrible fórmula.
Los Físicos se desarrolla en un escenario único – una sala en un sanatorio para enfermedades mentales de lujo concebido para millonarios- y observa escrupulosamente las célebres unidades de tiempo y lugar. Toda la terrible espiral de paradojas que va
formándose a lo largo de la obra llega al espectador mediante las distintas situaciones de suspense, cercano a las más clásicas comedias de espionaje.

Actores: Juan Carlos Tacoronte, Carmen Cabeza, Guacimara Gil, Carmen González, Andrea Zenti, Carlos Brito, Gerardo Zanardi.
Autor Textos:FriedrichDürrenmatt
Escenografía:Turbocultura
Vestuario: Jose Guanche
Diseñador de Iluminación:Daniel Badal
Diseño Gráfico: Mote
Banda Sonora: Mauricio Valencia
Directora: Helena Romero Campos

LOS DEL VERSO. Quien lo probó lo sabe

Primer espectáculo de la temporada en la sala de La Casa de la Cultura de Los Realejos. La vida de Lope de Vega contada por él mismo recién resucitado y con cuarenta años menos (milagros de la dramaturgia).

Ante todo confesar mi ignoracia: servidor no sabía de las desgracias y turbulencias de la vida de ese genio. Varias mujeres muertas y varios hijos que corrieron la misma suerte. Tampoco conocía los impulsos de su líbido que lo llevaran al juego amoroso a dos y tres bandas y tuvieron como consecuencia más de un pleito, con destierro de la villa y corte de Madrid incluído. Esas y otras cosas nos explica el texto: "aveces la vida se pone tremenda y dan ganas de meterse en un cajón", dice el mismísimo Don Lope. Confesados mis pecados y absuelto de ellos... Ea, a volver a pecar criticando al vecino sin ver la viga en mi propio ojo, que de eso vamos los críticos, cosa que deja bien clara algunos comentarios de grandes participantes vertidos en este blog.

Soberbia la interpretación de Mariano Mazzei. De dicción impecable, de impresionante voz, de físico portentoso, gestos ajustados e incisiva la mirada. Un tipo digno de todas las suertes en el mundo de las tablas y las cámaras. Un actor de la talla de Lupi, Darín, Pereti, China Zorrilla o Eduardo Blanco. Que la suerte y el trabajo le lleven al éxito de los mencionados.

El Autor y Director. Mariano Moro. Nacido en Mar del Plata y Licenciado en Psicología. Se le nota. Ambas cosas (y disculpen el señalar con el dedo nacionalidad y profesión, que no es desmerecer ninguna, más bien es constatar mi banalidad y deformación). El texto es excelente, su arquitectura imponente. Pero abusivo: al neófito se le escapan asuntillos por su exceso de erudición (y mira que Don Lope era para toda la gente). Muy bien trabadas las rimas de Lope, también las de sus amigotes (hermoso canto al pedo de Don Quevedo; en buen hora la de Góngora y brillantes las alusiones a Cervantes). Uf... Algo me está pasando, haré un punto y aparte para seguir pensando.

Mariano maneja a su actor de forma espléndida, con una magnífica ocupación del espacio (excelente la escenografía tan minimalista como parca en color) y un ritmo que mantiene la tensión y la atención. Pero no sé por qué se me antoja (y fíjense el verbo que utilizo, poco racional, y por eso lo hago, porque yo hago caso a mi sinrazón en esto del teatro y me dejo guiar por las impresiones poco elaboradas) un punto sobrepasado el trabajo del director; sólo un punto, lo suficiente como para hacerme arrugar el ceño en dos o tres ocasiones: una al comenzar, otra a mitad de las correrías del actor y la otra tras el "colorín colorado esta obra ha terminado" que deja con el culo al aire al espectador porque no, no ha terminado, y aplaudimos hasta que nos damos cuenta de que el actor sigue con sus piruetas hasta no se sabe cuándo.

Dicho lo dicho, recomiendo efusivamente esta obra. Hora y pico de gran teatro. Reconocido además por premios y menciones internacionales. El texto de Mariano Moro rezuma inteligencia a raudales. El trabajo del actor Mariano Mazzei es digno de elogio y debe verse para tener argumentos comparativos al contraponerlo al de nuestro elenco de actores y actrices islamitas (habitantes de las islas canarias), tan excelentes como el susodicho.

Teatrejo Premio Nacional Buero de Teatro Joven

TEATREJO se alzó con el primer premio en la categoría de Centros Culturales en los premios nacionales Buero de Teatro Joven con el montaje escénico "La Caja de Música", de Alfonso Zurro, Y no todo ha quedado ahí porque también han conseguido las menciones especiales al mejor director, Manuel García, mejor vestuario, Fernando García, y mejor actriz, Cristina López. El premio lo recogerán el próximo 11 de julio en un acto que se celebrará en el Teatro Alcázar de Madrid. Pero antes, el día 8, representarán la obra ganadora en el Teatro María Guerrero de la capital de España. La producción de la obra corrió a cargo del Área de Cultura del Ayuntamiento de Los Realejos como parte del programa de apoyo y promoción del teatro. Estos premios, convocados por el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Educación y Ciencia y la Fundación Coca Cola, constituyen un certamen que en las cuatro primeras ediciones se circunscribía al ámbito educativo, y que en esta quinta convocatoria incorporó una nueva categoría de Centros Culturales, a la que se presentó "Teatrejo" tras resultar ganadora en la edición canaria el pasado 25 de mayo, en la Casa de la Cultura.muchas felicidades Manolo García y muchas felicidades a todos los componentes de teatrejo por el trabajo bien hecho.

LA CAJA DE MÚSICA. Compañía Teatrejo

"La Caja de Música" de Teatrejo ha sido galardonado con el premio García Cabrera de tearo aficionado como mejor espectáculo de la Comunidad Autonoma Canaria este año 2008, y ha sido a su vez seleccionado para representar a Canarias en el Certámen Nacional de teatro aficionado Buero de este en competición con el resto de comunidades autónomas. Muchas felicidades, y buen trabajo.
Por este motivo el Domingo día 25 a las 19:30 horas en la Casa de la Cultura de Los Realejos tendrá lugar la representación de este espectáculo con la asasistencia del jurado nacional así como la entrega del premio de la comunidad autónoma a la Compañía Teatrejo.

LA CAJA DE MÚSICA. Compañía Teatrejo

Alguien que sabe mucho de teatro dijo: “los críticos son esos que, si les enseñas la luna, te miran el dedo… y en concreto la uña, para adivinar exactamente cuándo te la cortaste”. Bien, quedan avisados. Ahora entro en el tema.

La compañía Teatrejo está compuesta por un elenco de actrices y actores como la copa de un pino. Grandes, grandes, grandes pese a su corta edad. Lo demostraron ayer en “La caja de música”. A través de una metáfora muy plástica pudimos contemplar el tránsito de la niñez a la madurez por el que pasa todo ser vivo, en un recorrido de aventuras personales diversas, bajo una atmósfera onírica muy bien lograda. La muñeca de la caja de música se atreve a dejar la seguridad de ese espacio para aventurarse en el proceloso mundo de la vida a plein air. El material está servido. Director, actrices y actores no dejaron pasar esa oportunidad y pudieron lucir sus mejores dotes. Profesionalidad, rigor, cualidades innatas… Todo eso pude ver sobre el escenario. La muñeca, Nino, el león, el payaso, la sirena, el maestro… Trabajos de altura. La música en directo redondeaba la cosa con unas melodías seductoras que acompañaban muy bien los tránsitos.

Aunque hubieron algunos “pero”. La escenografía, por ejemplo que, aunque austera, plantea momentos en los que hay un tránsito excesivo de elementos por el escenario. Algunas de las escenas se hacen extremadamente largas pese al contenido del texto y el buen hacer de los personajes. Me sonaba demasiado a “El Principito” y a “Alicia en el país de las Maravillas”, sin llegar en ningún momento a la brillantez de esos textos. ¿Por qué se me indigestó, pues, la obra?

El texto. El texto me resultó pedante, endiosado, como que el autor quisiera demostrar su virtuosismo en el manejo de las palabras y el amplio dominio de su vocabulario, a costa, claro, del buen ritmo y la agilidad del espectáculo. De hecho, este texto de Alfonso Zurro es tomado como material didáctico en los ciclos de la educación secundaria obligatoria. No pasa de eso, un ejercicio de estilo no apto para una compañía en busca de la profesionalización. A no ser… ¡Que se prescindiera del texto!

Oh, sí! Mientras contemplaba la obra me la imaginaba sin texto, sólo gestos, con la música como elemento más participativo… Y disfruté imaginándola, disfruté mucho al inventarme a ese grupo de muchachas y muchachos metidos en ese berenjenal. Entonces me dejé llevar y sentí un íntimo placer, hice clic en el botón del sonido y apagué las voces, acentué gestos y expresiones, aceleré el visionado… Y el conjunto me gustó. Lástima que lo que me gustó sólo estuviera en mi imaginación, no sobre el escenario.

La compañía Teatrejo, con su director al frente, me parece una gran apuesta de futuro para el teatro canario. De lo mejor, diría yo. Son auténticos animales de escena. Su director sabe manejar a la perfección los cuerpos y las voces de esas criaturas, y también sabe interpretar las escenografías. ¿Qué más se puede pedir? ¿Para cuándo la puesta de largo y el paso a formar una compañía profesional? Hasta tal punto lo veo y lo siento así, que me fascinaría participar en el proyecto. Esta es mi declaración de amor hacia ese grupo de personas. Más no puedo decir.

Cia. JORDI BERTRÁN. Poemas visuales.


Tercera representación del Festival Internacional de Títeres de Canarias en la Casa de la Cultura de Los Realejos. ¡Cuánto merito el de esta iniciativa! Y qué lástima que no se sume la capital tinerfeña; bueno, allá sus capitanes y capitanas.


Al grano: qué difícil es "hacerse el Brossa". Joan Brossa es único y lo seguirá siendo. La tentación de tomar prestado su espíritu es mucha y todo intento tiene su aquello, su "aquéllame aquello" que dicen en La Palma. Las letras de goma espuma no consiguieron el efecto deseado. Pequeños atisbos poéticos, nada más, que fueron sobrepasados por la lentitud y una lectura demasiado facilona. Los poemas visuales de Brossa te sacuden, te zarandean y te vuelven del revés el cerebro. Las letras de goma espuma no llegaron a tanto.


Afortunadamente el espectáculo gana en ritmo y virtuosismo cuando las letras dejan paso a los personajes (de goma espuma, claro, muy bien sintetizados en breves trazos esquemáticos, pero con toda su carga gestual y más). Los números que nos proponen son divertidos, mágicos, llenos de ternura, de imaginación, con un arte que sobrepasa la perfección en el aspecto del manejo. Los diálogos (con o sin palabras) tienen un tempo milimétrico que se agradece. Esperas con ilusión el próximo gag. Se te hace corto el que acaba de pasar. Esas tiras de gomaespuma en movimiento tienen toda el alma de un personaje, tienen vida propia, carácter propio. Casi esperas que te inviten a cenar o se metan en tu casa. Los reconoces. Te enamoras de ellos. Por eso, la Compañía Jordi Bertrán domina con gran maestría la cuestión teatral, aparte de la esmerada técnica en el manejo de sus monigotes. Diría que sus personajes tiene algo de brossianos, sus letras de gomaespuma no, aunque, insisto, dejaban entrever algo; no fue suficiente.


Cierro. Un espectáculo que debe verse. Una vivencia de las que recuerdas. Te llevas poesía a casa. Tal vez era esa la intención de Brossa y, entonces, sí lo consiguieron.

TONI ZAFRA. El mundo enano


Magistral. Sublime. Bellísimo. Mágico. Toni Zafra también. Él y sus títeres forman un conjunto perfecto. Qué rápido pasa el tiempo. Cuántas ganas de más y más.

Ocho personajes del mundo del circo nos sumergen hasta el tuétano en la poética visual y narrativa más extraordinaria. Hilos en lugar de palabras y, cuando el texto asoma, se ajusta milimétricamente al canon de la belleza, de la síntesis, de la verdad.
La vista queda atrapada bajo el influjo hipnótico de los seres enanos, pero ocasionalmente quiere hacer una incursión en la persona que tira de los hilos. Entonces lo ves: concentrado, con toda esa aparamenta que consigue hacer pasar desapercibida. Y mis oídos atentos al ruido de los pasos de los títeres, al frufrú de sus telas, al clic clic de las varillas y al encantador acompañamiento musical. Mientras, mantego una sonrisa de satisfacción, de bienestar, de plenitud. Cada uno de mis poros siente que cada segundo es valioso, que si vuelve a mirarme el rostro de alguno de los personajes yo me derrito, de gusto. Cada enano te da pie a imaginar, a intuir y a acertar siempre, y entonces te sientes dichoso, porque Toni te da la oportunidad de acertar con ese discurso universal del que ha dotado a sus criaturas para que acertemos, para que todo nos sorprenda pese a que lo esperábamos, como en el espléndido número del payaso pletórico de sencillez y poética.

Y en un redoble de tambores, en el más difícil todavía, sabe cerrar el círculo con maestría, con un epílogo a la altura de las circunstancias: gigantesco pero pequeñito; grande pero humilde. Digno de un sabio.

Emocionante. De veras. Un lujo verte por aquí. Vuelve pronto, Toni.

ANDAMAPANDAXU


Primer espectáculo del Festival Internacional de Títeres de Canarias, decimoctava edición, en la Casa de la Cultura de Los Realejos. Tenía ganitas ya. Y la pareja griega preparó el terreno con un yogur desnatado, para domesticar al estómago ante los próximos festines.


Porque no fue una cosa de bomba y platillos, no. Excelentes manipuladores, sus títeres adquieren calidades más que humanas en las cuatro escenas que configuran el trabajo que presentaron. Bajo el juego del desencuentro, sus títeres finalizan cada escena en perfecta armonía. El tránsito de una situación a otra da pie a que puedan demostrar su enorme habilidad en el manejo de los hilos, palancas, brazos, piernas... Tal vez acusan cierta lentitud y les falta un nexo común que, más allá de la música, haga de las partes un todo más cohesionado. No sirve el intento de pantomima que la pareja utiliza a modo de enlace entre historias. Distrae, suena a recurso fácil e incrementa la sensación de lentitud. Luego, viendo a los títeres, te olvidas, te concentras en las caras de madera, los cuerpos en movimiento, la música y la magia de esos seres matéricos que tanta vida tienen, ayudados por una perfecta coordinación entre la música y el movimiento.


¡La fiesta para los sentidos acaba de comenzar!


MISTERIO BUFO. 2rc Teatro


Si el teatro tuviera un "teólogo de la liberación", ese sería Dario Fo. Ayer es lo que vimos en el teatro de la Casa de La Cultura de Los Realejos: un alegato contra la iglesia como mecanismo de poder al lado siempre de los poderosos. Fo lo representa a través de la revisión de algunos pasajes bíblicos como las bodas de Canaa, la resurrección de Lázaro, la última cena o la crucifixión, por supuesto, desde el lado bufo, cómico, que no tanto juglaresco. Hasta aquí el resumen.


Advertencia: mi libro de cabecera, mi botiquín de primeros auxilios y mi compañero inseparable de viajes es el libro de Dario Fo (premio Nobel de Literatura 1997, recuerdo) "manual mínimo del actor".


De nuevo un escenario churrigueresco por la cantidad iconográfica y de nuevo una puesta en escena de la compañía 2rc Teatro. No es que la caja escénica del teatro de Los Realejos sea pequeña, es que me sobraban bultos, tamaños (esa cruz omnipresente y tan redundante, ¡por dios!). El altar (no utilizado), tanto rojo burdeos en los cortinajes (infrautilizados). Mucho bulto y pocas nueces, en mi opinión.


Javier Collado, el actor. Obediente, esforzado, agónico, restringido. Y todo por su fidelidad al director. Fo es todo lo contrario: indisciplinado, vividor, ironía, volatilidad... Enzo Scala, el dire, lleva nombre italiano, imagino que sangre también. ¿Y esa es la versión que hace de Fo? Un servidor sufrió mientras contemplaba al actor en su trabajo. Interpretar a Fo, para mí, es todo lo contrario, es el "no trabajo", es la pausa, la cadencia, la sonrisa bufa en el rostro en todo momento, el manierismo, la ampulosidad en el gesto, la livianidad en los pies. El director puso plomo en todo, unos bretes de plata que maniataron al actor.


El pasaje de la resurrección de Lázaro lo dice todo. Mil personajes para un actor que se desdobla en cada uno a mil por hora, con tics más que con gestos, con las voces más que con el cuerpo. Recuerdo a los Colombaioni, en una parodia de "la caballería rusticana", en los que utilizaban al público para representarla. Oh, alado y riente Teatro (como diría Valle Inclán), cuánta magia sobre la escena, qué delicadeza de ritmo, todo el público atrapado en sus asientos, clavado a ellos, "y sin parar de reir-ir" (como cantaría Mecano). Y no sé por qué divago ahora y saco a relucir a los Colombaioni, tal vez sea para recordárselos a Scala y hacerle bullir un poquito la sangre. Perdonad pues, que vuelvo.


Dario Fo es un tipo católico-ácrata. Bon vivant, comprometido. Que escribe, primero, para él. Y yo diría que escribe más para un lector que para un público. Por eso dar entidad corpórea a sus personajes resulta tan complicado. Sin embargo, él sabe que cualquiera puede hacerlo porque son personajes universales de los que todos llevamos algo dentro (todos somos un poco dioses, un poco vírgenes, un poco soldado romano y un poco crucificados), ahora bien, Dario Fo no consentiría que sudásemos sólo por el esfuerzo; sí de emoción, sí por las carcajadas, sí por la complicidad, pero no solamente por estar ejercitando los músculos y la memoria. A mi me pareció que Enzo Scala le jugó esa mala pasada a su actor: no le contagió la alegría de vivir.


Uf, me voy a la ducha. Mis glándulas sudoríparas están que echan humo después de tanto esfuerzo; eso sí, con vocación más de sátira que de crítica. Y "sin acritú" como diría Alfonso Guerra. Un lujo ver cómo el público aplaudió puesto en pie (católicos o no), e incluso El Poder institucional tuvo que juntar las manos en un plásplásplás de reconocimiento al actor y a Enzo por traernos a Fo y su Misterio Bufo.
¡¡¡Nos vemos en el festival de títeres!!!

EL CERCO DE LENIGRADO. 2RC Teatro.


Siempre que voy a un teatro y veo el escenario tomado por los decorados me entra un no sé qué de preocupación. Que el texto fuera de José Sanchis Sinisterra, Premio Nacional de Teatro, nada menos, no conseguía ahuyentar los malos presagios mientras esperaba a que se apagaran las luces. "Prejuicios de neurótico", me iba diciendo a mi propio oído.

La obra es un canto de fidelidad a lo que una/o cree. Un teatro en peligro de demolición y dos mujeres entregadas a la memoria de un mismo hombre que fuera, marido de una, y amante de la otra. Mujer y amante construirán la historia desde una rivalidad ya superada, substitituida por el respeto y el compañerismo frente a la realidad que todo lo transforma más allá de las paredes de su ruinoso teatro.

El libreto se desliza por el camino del sentido del humor un tanto fácil (aunque nada burdo) para recorrer los entresijos de la historia que nos cuenta (improbable, aunque creíble). Las referencias sobre el paso del tiempo no ayudan mucho a digerir la linealidad de la obra. Tampoco el barroquismo escenográfico (tan lleno de bultos, y color, y objetos...). Dos o tres vueltas de tuerca en un texto inteligente sobrevuelan mi sensibilidad (apenas rozándola, aunque noto su presencia) y me conducen a un final abierto. Pudieron más las sensaciones de un exceso de vacuidad durante el recorrido. No las alivió ni el nombre del autor, ni la propuesta del director, marcada por un ritmo demasiado cansino y el exceso en la escenografía que entorpecía todavía más una lectura cómoda desde la platea. Un ejemplo de cómo un texto puede superar al director que no consigue imprimir un tempo adecuado a la historia.

Blanca Rodríguez y Lili Quintana estuvieron espléndidas. Un gustazo para los sentidos la interpretación de la mujer del fallecido director teatral. Blanca estuvo elegante en todo momento, interiorizando el texto y regalando al público una interpretación sentida. Lili, la amante, se manejó en un registro más histriónico, impostado en ocasiones, tal vez no tan creíble pero a la altura de las circunstacias (el alto nivel que exigen las réplicas a Blanca). Ellas dos me mantuvieron cómodo en la butaca, más que cómodo, diría. Me limité a disfrutar de sus interpretaciones porque lo demás casi me resultaba supérfluo. Me cuesta comprender que el excelente nivel interpretativo que se da en nuestras islas no tenga más reflejo en las salas continentales, ni en sus televisiones, ni en las carteleras de cine.

Y ahora, si me lo permiten, voy a dejar que me quiten las espinillas, a comprarme unas gafas para la presbicia que compartirán mis mujeres cuando tengan edad, y a disfrutrar de este hermoso domingo de abril recién estrenado. Nos vemos en la Casa de La Cultura de Los Realejos que, por cierto, sigue con numerosísimo público cada día de representación.


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OTELLO. Morfema Teatro


Estamos a miércoles, el viernes hará una semana que estuve en la Casa de la Cultura de Los Realejos viendo a Morfema y su "OTello", y yo sin haber hecho todavía la crónica. En fin, nunca es tarde, dicen, y ahora mismo me pongo.

Los celos, teatro dentro del teatro, las relaciones de pareja... Ay, siempre esas extrañas relaciones. Sin embargo, no me pareció extraño el montaje; la historia está bien hilvanada y el director y la actriz principal (papeles de lerdo y boba, respectivamente) pues es plausible que estén enamorados. Y la ayudante de dirección pues también es lógico que quiera echar una manita s su novio y lo meta en el reparto a costa de un actor de esos de pitiminí. Cinco papeles para una actriz y un actor. Buenos trabajos de interpretación y muy bien dirigidos.

¡Qué cosas...! Salí del teatro con una certeza: me compraría una diana y unos dardos, como la que le sirve a la ayudante de dirección para descargar toda su furia. La utilizaré después de hora y media al volante, cuando pierda mi equipo, se me rompa la pluma, o me manche la ropa en medio de una comida de esas de compromiso.

Yo no sé lo que son los celos. Las malas lenguas dicen que eso es porque no me enamoré nunca, a lo que replico que eso es envidia o sarpullido. Shakespeare sabía de casi todo lo humano. Morfema Teatro y su director supieron capturar el trasfondo de los "celos otelinos" y darle ese tinte burlesco. Pero tópico. Con recuros y técnica de innegable calidad, pero vacío de mensaje. Me entretuvieron con "una cosita facilona", fácil de transportar, que huele a culturilla, que se puede vender bien... Eso sí, exquisitamente dispuesta (luces, vestuario, gestualidad, escenografía). Esta vez, al centrarse en una única obra, pues... Me supo a poquito, obvio y, sí, entretenido, pero disfruté más con la conversación a la salida. Y, eso, amable lectora/or, me lo permitió la asistencia al teatro, ingrediente mágico para la vida.

Mi dilema consiste ahora en preguntarme qué me gusta más: comer una gambita en su punto y peladita a mano, o la salsa de la gambita y la gambita bien triturada a través de una jeringuilla a modo de la cocina de Ferràn Adrià.

¿Habré dicho lo que quería decir? No sé, hay días en los que me siento un poco flex. Vayan, vayan a ver este OTello y pasarán un rato agradable.Y después lean un buen libro (no para compensar, eso sería de mala persona decirlo, pero sí para completar).

EL PRINCIPITO AL DESNUDO. Bibiana Monje Cia.


Anoten este nombre: Bibiana Monje, Directora de la Compañía que lleva su nombre y responsable del espectáculo que he podido ver, en estreno riguroso, en la Casa de la Cultura de Los Realejos.

Con unos pocos textos del libro "El Principito", más la historia paralela de los ensayos de una obra de teatro basada en ellos, la directora monta un espectáculo dramatúrgico de excelente factura, alto nivel de riesgo (por la simplicidad de la propuesta) y, encima, ¡con una historia de por medio! Por no hablar de la claridad de ideas respecto a escenografía, los movimientos por el escenario o la direción de actrices. Y es que, cuando se tiene talento, el teatro se convierte, en efecto, en una de las Bellas Artes.

La trama principal destapa la rivalidad entre los caracteres de las dos únicas actrices que representan los textos de "El Principito". La introspectiva actriz venida de Argentina de genio severo y respuesta agria; frente a la promesa en ciernes del panorama teatral, a medio camino entre chica Almodóvar y Nuria Espert, pero codiciosa hasta decir basta. El plato está servido.

Entre dimes y diretes se desarrolla una lucha sin cuartel de excelente trabajo actoral. Carolina Martín y Marina Larriera desplegan un amplísimo abanico de recursos técnicos. Qué derroche de facultades (rostro, expresión corporal y declamación) el de la futura Espert (de lo mejorcito que he visto por estas islas). La actriz argentina se muestra más rígida, más contenida pero igualmente capacitada, pero seguro que se corregirá tras unas cuantas actuaciones más.

Advertencia: debe superarse la lentitud de las primeras escenas que parecen anticiparnos espectáculo de tintes experimentales "paraellucimientodeladirección" (nada que no salve un poco de "tijera" y un tempo mucho más vivace), también algunos errores respecto al volumen de la música que no deja oír el texto y, por último, comprender que, la personalidad tan marcada de los personajes, en la vida real quedaría un poco más tamizada y no tan nítida (salvo en los casos patológicos que, claro, de haberlos haylos).

Que me lo pasé pipa, que me produce un gustillo especial que haya gente que se arriesgue, que haya personas tan jóvenes con una visión tan clara me une más al género humano, que es una obra dignísima y que, por mí, ¡que les den un Max, ya!

Hoy me vuelvo a casa con el estómago vacío (no picoteé nada) pero con los sesos llenos de sentido común. Un placer de cena.

EL APAGÓN. Producciones del Mar

Confirmado: hay autores teatrales que saben lo que se traen entre manos. Peter Saffer lo demostró con “El apagón”. “Pieza maestra de la carpintería teatral”, leí por ahí; pues sí. Y además, añado, premia a los personajes, o bien con un “toque guerrillero” que te hace quererlos por su cosilla revolucionaria, o bien con un inofensivo e infantiloide totalitarismo que los humaniza. Excelente trabajo de dramaturgia, en definitiva.

Fernando Fernán Gómez decía que sólo existen dos tipos de teatro: el que entretiene, y el “político”, el que encierra mensaje. Vale, me sumo al consenso. Producciones del Mar viene eligiendo, desde hace tiempo, el teatro de entretenimiento. Prueba de ello es “El apagón”. Severiano García Noda, el director, acierta en todo: libreto, actores, actrices, escenografía. Hace que la maquinaria funcione y muy bien (pese a las estrecheces de la caja escénica de la sala de la Casa de la Cultura de Los Realejos). En los momentos de oscuridad sobre el escenario (a plena luz para los espectadores) los actores se desenvuelven con credibilidad y simulan muy bien su ceguera momentánea. Y tanto ellas como ellos hacen creíbles sus personajes y retratan a la perfección sus intenciones y patologías cotidianas. Además, se divierten. Como lo exige el guión, como las buenas comedias de enredos.

Me entretuve, sonreí, asentí íntimamente a cada rato y aplaudí la profesionalidad y el esfuerzo. Me abstuve en la parte de aplauso que yo dedico al riesgo: no lo había al escoger ese texto. La capacidad para llevarlo adelante la presupuse de entrada y la superaron con creces. Gracias por confirmar en pronóstico.

Si tienen oportunidad y quieren pasar un rato muy agradable, vayan a ver “El apagón”. El lleno a rebosar de ayer es un indicador del excelente “boca a boca” que acompaña a la obra. También de la creciente, entusiasta y cada vez más entendida platea del teatro de la Casa de la Cultura de Los Realejos. Cada vez más personas saben que ese es un espacio de vida y que, unas veces entretiene, otras algo más y siempre depara sorpresas.

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NARRADORES ORALES: GARZÓN y LUCIANO FEDERICO

El viernes y el sábado tuvimos la oportunidad, los que vinimos (y cada vez somos más), de ver a dos buenos narradores de estilos bien diferentes.
Garzón destila un humor incisivo, que hizo saltar la carcajada en varias ocasiones contándonos historias de su propia vida que emocionaron al público. También dió cabida a breves espacios para la poesía. Le acompañó a la guitarra su propio hijo, quien desgranó tres temas que apuntan en la buena dirección.
Luciano Federico es un cómico, un clow, que nos hizo reír con un personaje lleno de fantasía y de miradas cómplices. Su intervención estuvo salpicada de una ácida crítica social que encandiló al público, en un afecto recíproco que Luciano agradeció con varios bises.
Dos buenos momentos los vividos en La Casa de la Cultura de Los Realejos.

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OÉ, OÉ, OÉ. ZARANDA TROUPE



Pastel de castañas

Ingredientes:
½ kg. de castañas, 80 grs. de azúcar en polvo, 3 claras, un poco de vainilla, 60 grs. de mantequilla, 4 yemas de huevo, un poco de sal y un vaso de leche.

Preparación:
Se pelan las castañas y se cuecen en leche con vainilla en la olla de presión durante media hora, luego se escurren y se pasan por el pasapuré. Se colocan en una cacerola con la mantequilla derretida y azúcar, se mezcla bien y se deja reposar de seis a siete minutos cerca del fuego para que se seque. Se retira y se le añaden las yemas de huevo, a continuación las claras bien batidas a punto de nieve. Se pone en un molde untado en mantequilla, se espolvorea con azúcar y se cuece al baño maría durante veinte minutos.

Ustedes disculparán pero es lo que ha hecho Francisco Castellanos, director de oé, oé, oé y profesor de la Escuela de Actores Canarios (y supongo que también de actrices) con el espectáculo que nos propuso ayer en la Casa de la Cultura de Los Realejos. Se plantificó en el teatro con un recetario de manual: se elije un texto de autor contemporáneo y de temática popular y actual, se adereza con escenografía minimalista, se ejecuta con pulcritud, se salpica con cuatro guiños (sabemos quién se comió lo mejillones) y… voilà! Ya tenemos una obrita de teatro y un ejemplo “de libro” para alumnas y alumnos de la escuela de teatro.
Pues claro que el público sonríe (aunque no en demasía), claro que los actores tienen tablas (Toñito no tantas, sólo cuando se entona con el vino parece natural), claro que todo está muy claro y que de esos hinchas y sus miserias el mundo está lleno, por supuesto que los tipos acaban cayéndote bien, como también es verdad que la cocina queda limpita que da gusto, tanto, que parece que ahí no ha pasado nada, que no se ha roto un plato y que no se coció nada. Y esa es la sensación con la que me fui de Los Realejos, como de no haber visto nada. Y ahora, me voy a probar el pastel, que tiene una pinta…

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El Mono Gráfico


Una apuesta excesiva.

Iba yo a la Casa de la Cultura de Los Realejos a ver una creación dirigida por Don Carlos Belda, un tipo bien ubicado en la escena y los pasillos de lo teatral en la isla y además con horizontes internacionales (estuvo con el canadiense Lepage). Pasé por alto lo de que su nombre aparezca tres veces más grande que el de las actrices y actores en el folleto de mano.

Por seguir con el folleto de mano, se entiende que vamos a ver unas cuantas escenas que ligan al hombre y al mono y nos harán entrever que la estupidez viene de lejos, que seguimos estando bastante cerca de los primates y que a esas conclusiones llegaremos a través del humor de contemplar nuestra propia conducta bastante animal y bastante irracional, pese a las formas aparentemente civilizadas.

Pues bien, se me indigestó la obra. Mucha cultura acumulada pero mal traspasada al escenario. Me vinieron a la memoria algunas obras de los andaluces de La Cuadra de Sevilla, en las que cada elemento sobre escena, cada movimiento y cada gesto son poéticos, emocionantes, eléctricos y enormes. En “el mono gráfico” me sobraba casi todo, ni una brizna de sutileza.

El repertorio de recursos escénicos (cambiar de vestuario ante el público, mostrar cómo se simula una tormenta con una plancha metálica, la pintura blanca sobre los rostros a modo del teatro de máscaras japonés, la esperadísima apertura de “así habló Zarathustra” de la película “Odisea en el espacio”, la escena del diálogo surrealista a modo de los hermanos Marx, los recurridos gestos simiescos, el vocabulario vulgarísimo de algunos monólogos o el ir de venir de carpetas y archivos a través de la red) sólo sirven como justificación a un conjunto de escenas predecibles, fáciles, sin rastro de poesía ni de ese calambre de emociones que uno esperaba recibir.

Disculparán que destripe un poco la obra, pero es que me gusta quitar el antifaz con el que se cubren algunas obras de teatro que “quieren ser y no pueden”. Es muy fácil el discurso de la mujer bipolar (si por lo menos hubieran atribuido el desorden a un hombre). Es de Perogrullo el conflicto entre religiones. Es patético el “homenaje” que se rinde al libro de Saramago “Las intermitencias de la muerte”, cuando sobre el escenario se reúnen en “junta extraordinaria de la multinacional muerte” África, Occidente y Oriente. Es demasiado obvio el estilismo de vestuario. En resumen: un experimento colectivo sin pies ni cabeza, aunque parezca tenerlos.
Las dos actrices y los dos actores se dejan la piel sobre las tablas. El libreto de mano concluye con un: “Que lo disfruten”. Yo disfruté cuando intuí que se acabó. Tímidos aplausos al final por parte del público. Creo que se dieron cuenta. Y yo ya estoy un poco mejor.

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SEXO SENTIDO

Joel Angelino es un buen tipo y con amplia formación teatral. El público aplaudió mucho al final de la función, incluso se puso en pie. Yo me marché de la Casa de la Cultura de Los realejos sin haber visto teatro, meditabundo ante tanto fervor.

Personalmente veo más a Joel en un programa de televisión tipo Paramunt Comedy, o como animador del concurso “un, dos, tres…” Y mejor aún en un café concierto. Ahí sí. Pero no sobre un escenario al uso, o no con esa supuesta obra de teatro que titula “con sexo sentido”. Porque yo no encontré sentido alguno ni a la entrada con adán y eva en trapo follando en el paraíso, ni al payasete conductor, ni a la Terremoto de Alcorcón en playback, ni sus explicaciones sobre los cuatro supuestos de impotencia masculina, ni a la viejita (ahí casi me duermo) explicando no sé qué, ni al epílogo en el que hace gemir al público en cuatro “orgasmos texturizados”. Y para rematar, tampoco entendí que diera las gracias a los políticos por dejarle estar ahí.

Tablas se le ven, a Joel; con su ir y venir sobre el escenario y su interacción muy natural con el público. Pienso que es un buen actor, que tiene buenas intenciones, que sus ideas son del gusto de un tipo de público muy plural, que conecta bien… Miren, vayan ustedes a verlo y opinen, y disfruten y aplaudan. Al salir de la sala, me fui a tomar un gintonicdebombaysafire para ver si aprendo un poco más sobre eso de cuándo aplaudir, cuánto aplaudir y cómo aplaudir.

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