EL PRINCIPITO AL DESNUDO. Bibiana Monje Cia.


Anoten este nombre: Bibiana Monje, Directora de la Compañía que lleva su nombre y responsable del espectáculo que he podido ver, en estreno riguroso, en la Casa de la Cultura de Los Realejos.

Con unos pocos textos del libro "El Principito", más la historia paralela de los ensayos de una obra de teatro basada en ellos, la directora monta un espectáculo dramatúrgico de excelente factura, alto nivel de riesgo (por la simplicidad de la propuesta) y, encima, ¡con una historia de por medio! Por no hablar de la claridad de ideas respecto a escenografía, los movimientos por el escenario o la direción de actrices. Y es que, cuando se tiene talento, el teatro se convierte, en efecto, en una de las Bellas Artes.

La trama principal destapa la rivalidad entre los caracteres de las dos únicas actrices que representan los textos de "El Principito". La introspectiva actriz venida de Argentina de genio severo y respuesta agria; frente a la promesa en ciernes del panorama teatral, a medio camino entre chica Almodóvar y Nuria Espert, pero codiciosa hasta decir basta. El plato está servido.

Entre dimes y diretes se desarrolla una lucha sin cuartel de excelente trabajo actoral. Carolina Martín y Marina Larriera desplegan un amplísimo abanico de recursos técnicos. Qué derroche de facultades (rostro, expresión corporal y declamación) el de la futura Espert (de lo mejorcito que he visto por estas islas). La actriz argentina se muestra más rígida, más contenida pero igualmente capacitada, pero seguro que se corregirá tras unas cuantas actuaciones más.

Advertencia: debe superarse la lentitud de las primeras escenas que parecen anticiparnos espectáculo de tintes experimentales "paraellucimientodeladirección" (nada que no salve un poco de "tijera" y un tempo mucho más vivace), también algunos errores respecto al volumen de la música que no deja oír el texto y, por último, comprender que, la personalidad tan marcada de los personajes, en la vida real quedaría un poco más tamizada y no tan nítida (salvo en los casos patológicos que, claro, de haberlos haylos).

Que me lo pasé pipa, que me produce un gustillo especial que haya gente que se arriesgue, que haya personas tan jóvenes con una visión tan clara me une más al género humano, que es una obra dignísima y que, por mí, ¡que les den un Max, ya!

Hoy me vuelvo a casa con el estómago vacío (no picoteé nada) pero con los sesos llenos de sentido común. Un placer de cena.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues si, muy bien estuvieron las chicas, muy bien dirigido, muy bien interpretado un texto muy bien trabajado y muy arriesgado. mucha suerte o mucha mierda como se dice. seguro que seguiremos oyenda hablar de Bibiana Monje.

Anónimo dijo...

A mi tambén me gustó.

Anónimo dijo...

Pues a mi, sinceramente no me gustó. De todas formas hay que reconocer que las actrices son muy buenas, muy buena expresión, caracterización, creación de personajes,... llevo varios años en teatro y la validez de las actrices es lo que más me ha llamado la atención y les aplaudo sinceramente.
Por otro lado considero que la obra en si es excesivamente lineal y repetitiva, da numerosas vueltas al mismo tema y cae, por tanto, en la anécdota lo que la termina convirtiendo en un intento vano de innovación teatral. Animo al equipo a que continue indagando en el interesante y diverso mundo del teatro. Los primeros intentos nos hacen aprender muchísimo!! Enhorabuena por atreverse! (que es lo más difícil, a mi entender)