Cia. JORDI BERTRÁN. Poemas visuales.


Tercera representación del Festival Internacional de Títeres de Canarias en la Casa de la Cultura de Los Realejos. ¡Cuánto merito el de esta iniciativa! Y qué lástima que no se sume la capital tinerfeña; bueno, allá sus capitanes y capitanas.


Al grano: qué difícil es "hacerse el Brossa". Joan Brossa es único y lo seguirá siendo. La tentación de tomar prestado su espíritu es mucha y todo intento tiene su aquello, su "aquéllame aquello" que dicen en La Palma. Las letras de goma espuma no consiguieron el efecto deseado. Pequeños atisbos poéticos, nada más, que fueron sobrepasados por la lentitud y una lectura demasiado facilona. Los poemas visuales de Brossa te sacuden, te zarandean y te vuelven del revés el cerebro. Las letras de goma espuma no llegaron a tanto.


Afortunadamente el espectáculo gana en ritmo y virtuosismo cuando las letras dejan paso a los personajes (de goma espuma, claro, muy bien sintetizados en breves trazos esquemáticos, pero con toda su carga gestual y más). Los números que nos proponen son divertidos, mágicos, llenos de ternura, de imaginación, con un arte que sobrepasa la perfección en el aspecto del manejo. Los diálogos (con o sin palabras) tienen un tempo milimétrico que se agradece. Esperas con ilusión el próximo gag. Se te hace corto el que acaba de pasar. Esas tiras de gomaespuma en movimiento tienen toda el alma de un personaje, tienen vida propia, carácter propio. Casi esperas que te inviten a cenar o se metan en tu casa. Los reconoces. Te enamoras de ellos. Por eso, la Compañía Jordi Bertrán domina con gran maestría la cuestión teatral, aparte de la esmerada técnica en el manejo de sus monigotes. Diría que sus personajes tiene algo de brossianos, sus letras de gomaespuma no, aunque, insisto, dejaban entrever algo; no fue suficiente.


Cierro. Un espectáculo que debe verse. Una vivencia de las que recuerdas. Te llevas poesía a casa. Tal vez era esa la intención de Brossa y, entonces, sí lo consiguieron.

1 comentario:

Anónimo dijo...

insisto, tenías que haber visto el espectáculo por la noche, gano muchos enteros y se apreciaba mejor la poesía sin el griterio de los crios,con un mejor silencio, eso si, roto por algunos forofos con sus cámaras del año la pera.