CALLE ABAJO. Viernes 27.02.2009


A ver: (han pasado dos minutos desde el "a ver" y sigo sin saber qué decir). Para ver si encuentro las palabras hablaré mientras de las caras de Daniela, de Víctor, de Amanhui y de Daniel (el reparto): me transmiten sinceridad, buenas intenciones y capacidades. Ahora haré un punto y aparte para tomar aire.
Entre el esperpento (hermoso y sublime cuando se da con la clave) y el despropósito (no hace falta dar con clave alguna) hay sólo un paso. "Calle abajo" cae del lado del despropósito. Claro que, escribo esto y siento que estoy dando razón al planteamiento teórico del trabajo que acabo de presenciar en la Casa de la Cultura de Los Realejos; pero no, no es mi intención darles razón a esas caras que sobre el escenario son todo sinceridad y buenas intenciones, lo siento mucho. Ni es una propuesta "con mensaje"; ni una obra con visos de simple entretenimiento; ni tampoco, para más "inri", un trabajo que consiga no tener mensaje y que se sostenga por alguna de sus cualidades.
Resumiré lo que vi: nada (a modo de introdución), luego un esbozo muy esbozado, sencillote y banal de texto y argumento (a modo de nudo), y de nuevo nada (a modo de desenlace con texto de Shakespeare incluido).
El experimento les salíó rana. La supuesta innovación o "propuesta diferente" se les cayó de entre las manos y rodó y rodó "cuesta abajo"; hasta muy abajo, por cierto. Y digo esto con dolor porque todo su esfuerzo y coraje merecen mejor recompensa. Pero es que hasta el aplauso de reconocimiento se pierde cuendo ellos mismos "dinamitan" incluso la oportunidad de aplaudirles como conjunto porque, cuando piden el aplauso, a uno le entra cierto pudor de aplaudir porque se intuye algo todavía peor.
No me quiero extenender mucho porque me sigue doliendo, pero es que el texto de Romeo y Julieta, por ejemplo, aparte de no enteder cómo llegan a elegirlo para la ocasión, está declamado a la carrera y con tan poca gestualidad cuando pretende arracar unas sonrisas que... No sé: me ocurre que siento que no quiero contar más porque me entra un no sé qué de rabia por una oportunidad perdida.
Por supuesto que esta compañía sabrá montar espectáculos de calidad que tengan una excelente acogida de crítica. Basta con que hagan todo lo contrario de lo que han hecho con "cuesta abajo".
Y ahora, ya en mi casita, me dispongo a brindar por el futuro de esa compañía con un excelente malvasía brut método champanoise de las bodegas El Grifo, de Lanzarote. ¡Salud!