EL CERCO DE LENIGRADO. 2RC Teatro.


Siempre que voy a un teatro y veo el escenario tomado por los decorados me entra un no sé qué de preocupación. Que el texto fuera de José Sanchis Sinisterra, Premio Nacional de Teatro, nada menos, no conseguía ahuyentar los malos presagios mientras esperaba a que se apagaran las luces. "Prejuicios de neurótico", me iba diciendo a mi propio oído.

La obra es un canto de fidelidad a lo que una/o cree. Un teatro en peligro de demolición y dos mujeres entregadas a la memoria de un mismo hombre que fuera, marido de una, y amante de la otra. Mujer y amante construirán la historia desde una rivalidad ya superada, substitituida por el respeto y el compañerismo frente a la realidad que todo lo transforma más allá de las paredes de su ruinoso teatro.

El libreto se desliza por el camino del sentido del humor un tanto fácil (aunque nada burdo) para recorrer los entresijos de la historia que nos cuenta (improbable, aunque creíble). Las referencias sobre el paso del tiempo no ayudan mucho a digerir la linealidad de la obra. Tampoco el barroquismo escenográfico (tan lleno de bultos, y color, y objetos...). Dos o tres vueltas de tuerca en un texto inteligente sobrevuelan mi sensibilidad (apenas rozándola, aunque noto su presencia) y me conducen a un final abierto. Pudieron más las sensaciones de un exceso de vacuidad durante el recorrido. No las alivió ni el nombre del autor, ni la propuesta del director, marcada por un ritmo demasiado cansino y el exceso en la escenografía que entorpecía todavía más una lectura cómoda desde la platea. Un ejemplo de cómo un texto puede superar al director que no consigue imprimir un tempo adecuado a la historia.

Blanca Rodríguez y Lili Quintana estuvieron espléndidas. Un gustazo para los sentidos la interpretación de la mujer del fallecido director teatral. Blanca estuvo elegante en todo momento, interiorizando el texto y regalando al público una interpretación sentida. Lili, la amante, se manejó en un registro más histriónico, impostado en ocasiones, tal vez no tan creíble pero a la altura de las circunstacias (el alto nivel que exigen las réplicas a Blanca). Ellas dos me mantuvieron cómodo en la butaca, más que cómodo, diría. Me limité a disfrutar de sus interpretaciones porque lo demás casi me resultaba supérfluo. Me cuesta comprender que el excelente nivel interpretativo que se da en nuestras islas no tenga más reflejo en las salas continentales, ni en sus televisiones, ni en las carteleras de cine.

Y ahora, si me lo permiten, voy a dejar que me quiten las espinillas, a comprarme unas gafas para la presbicia que compartirán mis mujeres cuando tengan edad, y a disfrutrar de este hermoso domingo de abril recién estrenado. Nos vemos en la Casa de La Cultura de Los Realejos que, por cierto, sigue con numerosísimo público cada día de representación.


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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustaría saber la identidad del autor de esta critica sobre todo por ver la posibilidad de entablar una conversación que sin duda va ha ser enriquecedora. En el espectáculo que vi en Los realejos el pasado sábado no existían excesos ni siquiera en los bultos que a mi parecer nos lleva a un caos justificable. Las interpretaciones naturales y sin embargo para mi Lili demuestra su capacidad para camuflarse en un personaje mucho mas mayor que ella y que le da autentica credibilidad y fuerza como par mantenernos en vilo durante una hora y cuarenta minutos. No me avergüenzo por levantarme y aplaudir efusivamente sino todo lo contrario orgulloso de que en Canarias hallan grupos que sean capases de interpretar Textos tan arriesgados y con tanto acierto en todos los Terrenos: La Música, El vestuario, y sobre todo la Iluminación y escenografía. Tuve el honor de verlo en El Guimerá y sin duda al verlo en un espacio tres veces mayor se ve mas grande y quizás nuestro amigo lo vería de otra manera. Pero agradezco al Ayuntamiento y a la Compañía por hacer disfrutar a muchos de los que fuimos de un espectáculo de primer nivel y de formato grande aunque estaremos esperando un auditorio con mejores condiciones donde nuestro amigo no se queje por lo estrecho o grande que parecen las escenografías.

Anónimo dijo...

Querido amigo con el nombre de Todo Teatro firman algunos colaboradores y el anonimato es para no le peguen, amenacen o sobornen, (es broma) y sobre todo para que escriban con entera libertad, la misma libertad que se les da a todos los que quieran hacer cualquier comentario al comentario, o al comentario del comentario, anónimo o no, en fin. Que lo que es enriquecedor es que esos comentarios los podamos leer los demás, por otro lado hay que tomarse estos comentarios como lo que son, visiones personales, subjetivas, ni siquiera neutrales y por supuesto discutibles que es de lo que se trata. Y animo a todos los que nos leen, que cada vez son más, a que también escriban, que den su opinión que hagan comentarios, sugerencias, propuestas, sólo tienes que clicar en comentarios. Un saludo.
Domingo Borges